VIH en la región Asia Pacífico: menos contagios y más programas de prevención

Según Naciones Unidas, el Asia Pacífico es una de las pocas zonas geográficas en el mundo en que el VIH ha disminuido. Con un cinco por ciento menos entre 2010 y 2015, dicha región impulsa campañas de creación de conciencia, entrega de agujas para drogadictos y distribución de 20 mil millones de preservativos. Más de esta realidad, a continuación.

Una región que reduce su cantidad de contagiados

La región Asia Pacífico es la segunda a nivel mundial en mayor cantidad de personas contagiadas con VIH. Según el reporte de ONU Sida Snapshot 2016: Asia and the Pacific, más de cinco millones de personas, provenientes principalmente de India, Indonesia y China, alcanzan las tres cuartas partes del total de infectados en la región, de las cuales un millón 800 personas son mujeres y 190 mil son niños.

El año 2016 cerró con una cantidad de 300 mil infectados en la región Asia Pacífico, lo que se traduce que en los últimos cinco años la cantidad de personas con el virus ha disminuido en un cinco por ciento, tendencia que contrasta con la realidad de otras regiones como África o América Latina donde la cantidad de infectados ha ido en aumento.

Dentro de los tres países asiáticos con más cantidad de casos, los grupos de la población con mayor propensión son los clientes del comercio sexual, con un 24 por ciento de los contagiados, personas que se inyectan algún tipo de droga, con un 13 por ciento, y los propios trabajadores sexuales con un 5 por ciento. Asimismo, las zonas urbanas son los lugares donde más prevalece la cantidad de contagios. Por ejemplo, en ciudades como Bangkok en Tailandia, Yangon en Myanmar y Yogyakarta en Indonesia, existen altas tasas de contagio debido principalmente a las actividades de comercio sexual.

Visualizar errores y potenciar las campañas de prevención

Entre los errores más comunes de las personas con VIH es su diagnóstico tardío. Se estima que en la región Asia Pacífico hay un 1,9 millones de personas que viven con el virus y no lo saben. Esta situación es un problema para las agencias públicas de salud por cuanto el diagnóstico atrasado hace que los tratamientos comiencen cuando la patología ha avanzado.

Según el informe de ONU SidaPrevention Gap Report de 2016, el miedo al estigma y la discriminación son una barrera para que las personas se realicen los exámenes a tiempo. De tal manera, la promoción de los test de VIH por parte de los gobiernos es crucial para maximizar los efectos de los tratamientos antivirales, especialmente en grupos de personas sexualmente activas, o que tengan una relación especial con las drogas inyectables.

Para ello, en toda la región Asia Pacífico se han hecho progresos para reducir nuevas infecciones de VIH. Entre 2010 y 2015 el número de contagiados disminuyó en un cinco por ciento gracias a los programas de prevención de ONU Sida a lo largo de la región, principalmente en campañas para crear conciencia acerca de la no discriminación, entrega de jeringas gratuitas y terapias de sustitución de opiáceos.

Las campañas orientadas a las personas que se inyectan drogas ha sido fundamental, ya que para 2016 se estima que dos tercios de ella no conocen su estado de VIH y solo el 18 por ciento de las personas que se reconoce como contagiados accede a programas de tratamiento. Malasia aumentó los sitios que entregan jeringas gratis a drogadictos, de 297 en 2012 a 729 en 2013. De igual forma Vietnam, ha incrementado la cobertura de los servicios de pruebas de VIH y tratamiento.

Los cinco pilares para reducir las infecciones al año 2020

La proporción de infectados en el Asia Pacífico, por más que haya descendido en un cinco por ciento en los últimos años, no excluye la aparición de cientos de miles. Para 2015 la cifra fue de 300 mil, de los cuales el 20 por ciento correspondió a China, el 29 a India, el 24 a Indonesia, y el 5 por ciento a Vietnam.

En consideración de esta realidad, ONU Sida se propuso la misión de reducir la cifra a 500 mil para 2020, es decir que de 300 mil anuales disminuirían a 100 mil. Para ello el organismo internacional propuso en la región una campaña fundamentada en cinco pilares que permitirían lograr este propósito.

1. Prevención combinada: esto incluye educación sexual, programas de empoderamiento económico y acceso a servicios de salud reproductiva para mujeres adolescentes y sus parejas.
2. Información basada en evidencia sobre prevención: orientada a las comunidades vulnerables, pretende empoderarlas a través de conocimientos sobre los efectos del VIH y los derechos sexuales y reproductivos.
3. Fortalecimiento de los programas nacionales para el uso del preservativo: incluye distribución, marketing, venta masiva y fomentar los emprendimientos relacionados a su comercialización.
4. Circuncisión voluntaria: como parte de la promoción de una actividad sexual saludable.
5. Profilaxis de exposición: facilitar el uso diario de medicamentos que reduzcan el riesgo de contraer el virus.

El objetivo de estos pilares es que para 2020 el 90 por ciento de las personas que está en riesgo de infectarse con VIH –jóvenes entre 15 y 24 años de edad- pueda disminuir las probabilidades de contagio. Las campañas, junto a la disposición de 20 mil millones de preservativos, podrían ser una contribución a estos propósitos.

Situación de aumento de contagiados en Chile

Una mala noticia entregó al finalizar el año 2016 el Departamento de Estadísticas e Informaciones (Deis) del Ministerio de Salud. Entre el 2012 y 2015 los casos de contagiados con el Virus de Insuficiencia Humana ha aumentado de 2 mil 968 personas en 2010, a 4 mil 291 en 2015, lo que se traduce en un 45 por ciento más. El grupo etario con mayor prevalencia es el comprendido entre los 20 a 29 años.

Estas cifras fueron comentadas por el diputado Juan Luis Castro, para quien es una situación preocupante. “Son tasas crecientes y además exponenciales en el tiempo. Se que esto en gran medida se debe a que se está diagnosticando mejor, es decir, que hay más personas que se someten al examen, entonces no podemos decir que solo sean casos nuevos, o que no se supieran. Pienso que hay una mezcla de un sub diagnóstico anterior que ahora reconocemos”, señaló.

En cuanto a los sectores vulnerables, el parlamentario agregó. “La penetración en personas de edad media aún es incierta porque aún no se declara. En Chile uno de cada diez contagiados lo sabe, y el resto no. Es decir, que no se han hecho la prueba porque lo ignora. No significa que lo estén ocultando, entonces esta realidad hace que tengamos un sub diagnóstico preocupante”, comentó.