China, más que una economía pujante

Al menos hay cinco aspectos que comprender y seguir en la política china.

Causa gran inquietud el modo en que China se instala en el orden internacional, en su relación con otras grandes potencias y en su propia región. Algunos piensan que, tarde o temprano, manifestará una pretensión hegemónica en Asia y que cuestionará la predominancia de Estados Unidos. Otros estiman que su instalación tiene necesariamente que generar nuevos acomodos, pero que no es del interés chino disputar ofensivamente su rol en el mundo. Se recuerda que China históricamente ha sido un imperio sin ser imperialista.

Asimismo, genera especulación el futuro del proyecto de desarrollo con características chinas, o la marcha hacia un estado capitalista bajo la dirección de un partido comunista. En varios países occidentales se asume que la liberalización económica traerá tarde o temprano liberalización política. Ello no parece cumplirse hasta ahora y la dirección comunista ha sido enfática en que no aceptará desafíos a su liderazgo. Pareciera en todo caso, que el PCCH busca dar más legitimidad a la dirección partidaria, creando formas de encauzar el descontento que existe en las zonas rurales y ante actos de corrupción.

La situación de Taiwán es la que introduce mayor incertidumbre, por su potencialidad de escalar a conflictos mayores. Si bien hoy la cautela es el tono predominante y se apuesta por una mayor interrelación económica, la situación puede ser revertida. Puede cambiar la orientación de quienes gobiernen Taiwán, y también lo que China define como provocación de parte de Taiwán o de otros estados.

La dirigencia nacional pone también mucha atención a la puesta en escena de las próximas Olimpiadas del 2008. Como nunca China estará en el foco internacional y por lo mismo ha dado mayores grados de libertad para la labor de información. Habrá una cierta tensión entre el propósito oficial de promover una imagen positiva del país y el interés de los medios de comunicación internacional de mostrar también los lados oscuros de la actual China.

En el corto plazo, la preparación al Decimoséptimo Congreso del PCCH, a realizarse a fines de año, acapara la dinámica interna de la política china. Es el momento de los reacomodos de poder en el nivel nacional, regional y local, con su habitual saldo de perdedores y ganadores. Interesante en cualquier país, todavía más acuciante en uno en que no hay carrera política fuera del partido oficial.

No olvidemos entonces que la madre del actual dragón es la política. De otro modo incluso nuestras apreciaciones económicas pueden llegar a ser erróneas.