La forma como Corea maneja la crisis del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio

Ante la llegada del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (Mers) durante mayo de 2015 a la República de Corea, el gobierno de ese país ha impulsado una serie de medidas de prevención y contención del virus que ha ocasionado perjuicios en el comercio local. Actualmente actividades económicas comienzan a retomar su impulso gracias a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su Reglamento Sanitario Internacional. Más detalles de esta situación y el manejo de crisis sanitarias en nuestro país en la siguiente nota.

El virus de los camellos en Medio Oriente que amenaza a Corea del Sur

Considerada una de las pandemias más graves, el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS por sus siglas en inglés) es un virus que afecta a las vías respiratorias de las personas con una fuerte infección que puede ocasionar desde un resfrío común hasta un síndrome respiratorio severo. Por lo general los síntomas más repetidos en pacientes son fiebre, tos, dificultades respiratorias y pulmonía, aunque también se han registrado síntomas gastrointestinales.

La gravedad de esta enfermedad radica en que un 36% de los casos de infectados con MERS han muerto. Sin embargo los últimos reportes publicados por la Organización Mundial de la Salud han determinado que su transmisión no sería tan fácil, como si ha sucedido con otros virus, como el ébola o la AH1N1. Para Mary Paul, investigadora de la OMS en una publicación del organismo, si bien este coronavirus puede ser letal, puede ser manejable mediante protocolos convencionales de prevención.

“Riesgos siempre van a existir, pero no hay mayores peligros de contagio para los especialistas que atiendan pacientes afectados, menos aún si se toman las medidas adecuadas de precaución. Hasta el momento no tenemos constancia alguna de un nivel de transmisión comunitaria”, señaló.

Sin embargo, este virus está presente en Arabia Saudita, donde se encuentra un 85% de los casos registrados desde 2012. El resto se extiende por la región de Medio Oriente y otros países como Corea del Sur, que es donde hay mayor concentración de síntomas fuera de la zona. “El brote que hay en Corea se debe al contacto que existe vía marítima y aeroportuaria con los países árabes, si bien este tema ha preocupado a las autoridades, hasta el momento no hay evidencias que demuestren que el contagio se ha producido de persona a persona”.

Medidas para la prevención y el tratamiento

Si bien hasta el momento no existe una vacuna, como tampoco un tratamiento específico para tratar este virus, se establecen ciertos procedimientos generales de precaución que ayudarían a evitar más contagios. En la Organización Mundial de la Salud se estableció como primera medida que todas las personas que vayan granjas o mercados donde haya camellos, deben lavarse las manos después de su visita, a esto se suma evitar consumir productos de origen animal que estén crudos, principalmente carne y leche. “Estas medidas han sido recomendadas para todos los países del mundo sin distinción geográfica”, apuntó.

Respecto a las medidas adoptadas por Corea, el gobierno de dicho país ha dispuesto inspeccionar todos los productos provenientes de Medio Oriente, principalmente alimentos, asimismo se extendió una recomendación a personas con diabetes, insuficiencia renal o inmunodepresión para que no viajen a la región afectada y que consuman alimentos procesados, cocidos y pasteurizados.

La colaboración de la OMS con el gobierno de Corea ha sido estrecha y se espera que siga aumentando el intercambio de información con médicos y científicos. “Tenemos un registro de 11 personas fallecidas por esta enfermedad, esta es una cifra muy alta considerando la lejanía de Corea con el Medio Oriente. No obstante poco a poco se está reactivando el país, ya que este asunto ha traído una ola de reacciones de alarma que han afectado seriamente a la economía coreana”, sostuvo.

Activación del Reglamento Sanitario Internacional para el manejo de emergencias

El brote de MERS ha desencadenado preocupación en el gobierno coreano, desde el 20 de mayo cuando se detectó el primer contagiado con esta enfermedad se han cerrado más de 3 mil escuelas y algunas actividades como el turismo, o el deporte se han detenido, ocasionando serios perjuicios a la economía del país.

Según la Investigadora de la OMS, su organismo recomendó a principios de junio de 2015 que se reabrieran las escuelas, pues no existen evidencias de que en los establecimientos educacionales del país se generen nidos de incubación mayores a los de otros espacios, como aeropuertos, centros de convenciones, hoteles, etc.

“Corea ha sido muy exhaustiva en el control de este problema, pero la activación de sus medidas de control de riesgo sanitario han sido negativas para la economía, por eso es que desde la OMS recomendamos que se le preste más atención a los que tienen los síntomas para prevenir los contagios, sobre todo en la precaución contra el contacto y protección ocular de las personas".

En este sentido, el gobierno coreano cuenta con el Centro Coreano de Control y Prevención que responde al Ministerio de Salud de ese país, sin embargo su plan de acción no ha conseguido lo que el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) propende en sus principios. Es decir, mantener la calma en la comunidad para afrontar los riesgos agudos que la amenazan.

Las crisis sanitarias afectan las formas de vida y las actividades económicas, por eso el RSI tiene un conjunto de medidas para proteger la salud pública e interferir lo menos posible en las actividades comerciales de los países. “La colaboración que realizamos en conjunto con los países es de asesoría e información, además de entregar la ayuda necesaria para que puedan reforzar su capacidad de acción, por eso es importante que los gobiernos valoren nuestras recomendaciones y las apliquen, algo que está comenzando a suceder en Corea y que esperamos pueda ayudar a solucionar este problema”.

Entre las recomendaciones más importantes que entrega el organismo está la fumigación de espacios públicos, y la sanitización de la infratestructura pública como puertos, aeropuertos, terminales ferroviarios desinfectando asientos, escaleras mecánicas, baños, ventanas, pasillos, entre otros. A estos se suma la capacitación de personal y la notificación oportuna de potenciales riesgos.