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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario
Diputada Andrea Molina valoró la política de reciclaje de basura electrónica de Corea del Sur
11 mayo 2015
La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que permitirá incorporar, a través de una política pública -ya implementada exitosamente en Corea del Sur- una gestión integral de residuos electrónicos que abarque todas las etapas de un producto, desde que es elaborado hasta su eliminación, y considera incentivos, mecanismos y multas en caso de incumplimiento de las metas.
Corea del Sur se encuentra haciendo frente a verdaderos tsunamis de dispositivos electrónicos rotos, obsoletos o sencillamente indeseados por sus tecnológicos dueños; la también llamada "basura electrónica". Y para evitar que miles de toneladas de estos computadores, smartphones y gadgets acaben en vertederos -con la consiguiente fuga de químicos tóxicos- el gobierno surcoreano ha comenzado a implementar programas especializados de reciclaje de basura electrónica.
Solo en el caso de Seúl se arrojan unas 10 toneladas de basura electrónica cada año, y aproximadamente una quinta parte llega a los centros de reciclaje, donde se separan, al igual que los metales valiosos como el oro, cobre o minerales, conformando una industria de reciclaje que mueve más de 4 mil millones de dólares anuales, según el gobierno.
Solo en el caso de Seúl se arrojan unas 10 toneladas de basura electrónica cada año, y aproximadamente una quinta parte llega a los centros de reciclaje, donde se separan, al igual que los metales valiosos como el oro, cobre o minerales, conformando una industria de reciclaje que mueve más de 4 mil millones de dólares anuales, según el gobierno.
La responsabilidad extendida del productor
Estas iniciativas han sido posibles gracias a la implementación de una innovadora política pública sobre gestión y eliminación de los desechos electrónicos; la Extended Producer Responsibility (EPR), que vincula a los fabricantes de productos en la eliminación de segura de los desechos electrónicos mediante la aplicación de tecnologías avanzadas. Dicho plan es muy similar al proyecto aprobado recientemente por la Cámara de Diputados de Chile y que establece un Marco para la gestión de residuos y responsabilidad extendida del productor (REP).
"Este proyecto ha sido muy importante en Corea del Sur y esperamos que también lo sea en nuestro país. La idea central es la misma, es decir, fomentar el reciclaje de gran volumen y promover que los productores asuman la responsabilidad de financiar la cadena de recolección de determinados productos, lo que además de tener un beneficio medioambiental, ya que se evita que los residuos vayan a un relleno sanitario o a un vertedero, nos permitirá ahorrar materias primas y energía", aseguró la diputada Andrea Molina, miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja.
En efecto, el sistema hace hincapié en el papel de fabricantes en el reciclaje de residuos electrónicos que incluyen computadores, televisores, lavadoras, aparatos de aire acondicionado, equipos de audio, teléfonos móviles, gadgets y equipos de oficina como impresoras y fotocopiadoras.
A grandes rasgos, el sistema funciona así. El Ministerio de Medioambiente anunció que en cada caso en que un cliente compre un aparato nuevo, los fabricantes están obligados a recoger -si el consumidor lo exige- el aparato electrodoméstico usado anteriormente. Cada fabricante puede cumplir con su obligación legal en una de tres maneras. Una forma es construir su propia planta de reciclaje y hacer su propio reciclaje. Otra es la de subcontratar el trabajo a empresas de reciclaje comerciales. Y la tercera es unirse a la Organización de Responsabilidad del Productor (PRO) y pagar los montos estipulados para que se haga el reciclaje. Los fabricantes pueden elegir la opción que más les convenga.
En el caso de que los fabricantes no cumplan con las tasas de reciclaje obligatorios, están obligados a pagar y además cancelar un cargo adicional de reciclaje. La Korea Environment & Resources Corporation (ENVICO) es responsable del funcionamiento del sistema, así como del mantenimiento de registros de productos para cada fabricante, de la investigación del estado de cada reciclaje y de la imposición de las multas y cargos.
"Este proyecto ha sido muy importante en Corea del Sur y esperamos que también lo sea en nuestro país. La idea central es la misma, es decir, fomentar el reciclaje de gran volumen y promover que los productores asuman la responsabilidad de financiar la cadena de recolección de determinados productos, lo que además de tener un beneficio medioambiental, ya que se evita que los residuos vayan a un relleno sanitario o a un vertedero, nos permitirá ahorrar materias primas y energía", aseguró la diputada Andrea Molina, miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja.
En efecto, el sistema hace hincapié en el papel de fabricantes en el reciclaje de residuos electrónicos que incluyen computadores, televisores, lavadoras, aparatos de aire acondicionado, equipos de audio, teléfonos móviles, gadgets y equipos de oficina como impresoras y fotocopiadoras.
A grandes rasgos, el sistema funciona así. El Ministerio de Medioambiente anunció que en cada caso en que un cliente compre un aparato nuevo, los fabricantes están obligados a recoger -si el consumidor lo exige- el aparato electrodoméstico usado anteriormente. Cada fabricante puede cumplir con su obligación legal en una de tres maneras. Una forma es construir su propia planta de reciclaje y hacer su propio reciclaje. Otra es la de subcontratar el trabajo a empresas de reciclaje comerciales. Y la tercera es unirse a la Organización de Responsabilidad del Productor (PRO) y pagar los montos estipulados para que se haga el reciclaje. Los fabricantes pueden elegir la opción que más les convenga.
En el caso de que los fabricantes no cumplan con las tasas de reciclaje obligatorios, están obligados a pagar y además cancelar un cargo adicional de reciclaje. La Korea Environment & Resources Corporation (ENVICO) es responsable del funcionamiento del sistema, así como del mantenimiento de registros de productos para cada fabricante, de la investigación del estado de cada reciclaje y de la imposición de las multas y cargos.
La nueva ley en Chile
El objetivo de la iniciativa mencionada por la diputada Molina es incorporar, a través de una política pública, la necesidad de contar con una gestión integral de residuos que abarque todas las etapas de un producto, desde que es elaborado hasta su eliminación y considera incentivos, mecanismos y multas en el caso del incumplimiento de las metas de recolección de residuos.
Continuando con la comparación con el caso coreano, la parlamentaria sostuvo que los escenarios son bastante similares en ambas naciones. "Estamos hablando de dos países bastante tecnológicos. En Corea del Sur se estima que en promedio cada persona cambia su teléfono celular cada un año y medio y nosotros tenemos cifras parecidas. En Corea antes de que el gobierno implementara esta política pública se reciclaba menos del 20% y en Chile con suerte llegamos al 10%. Por eso es importante dar este salto en la línea de lo que ellos han logrado", añadió.
Por último, la diputada se mostró optimista por el cambio en términos culturales que puede conllevar comenzar a implementar esta norma, que ingresará ahora al Senado para su trámite final. "Que implementemos la REP es acercarnos a esta mentalidad que hay en Corea del Sur y en muchos países asiáticos, de pensar a largo plazo, e implica un cambio de mentalidad en los grupos empresariales y en nuestros hábitos como consumidores. En la discusión en Sala dije que la idea es que todos en nuestras casas reciclemos, e incluso acá en el Congreso. Hacia allá apuntan países como Corea del Sur y hacia allá estamos encaminados", concluyó.
Continuando con la comparación con el caso coreano, la parlamentaria sostuvo que los escenarios son bastante similares en ambas naciones. "Estamos hablando de dos países bastante tecnológicos. En Corea del Sur se estima que en promedio cada persona cambia su teléfono celular cada un año y medio y nosotros tenemos cifras parecidas. En Corea antes de que el gobierno implementara esta política pública se reciclaba menos del 20% y en Chile con suerte llegamos al 10%. Por eso es importante dar este salto en la línea de lo que ellos han logrado", añadió.
Por último, la diputada se mostró optimista por el cambio en términos culturales que puede conllevar comenzar a implementar esta norma, que ingresará ahora al Senado para su trámite final. "Que implementemos la REP es acercarnos a esta mentalidad que hay en Corea del Sur y en muchos países asiáticos, de pensar a largo plazo, e implica un cambio de mentalidad en los grupos empresariales y en nuestros hábitos como consumidores. En la discusión en Sala dije que la idea es que todos en nuestras casas reciclemos, e incluso acá en el Congreso. Hacia allá apuntan países como Corea del Sur y hacia allá estamos encaminados", concluyó.
