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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Australia y Chile: Mujeres en busca de la equidad

09 junio 2008

En Chile un tercio de la masa laboral femenina se concentra en trabajos de baja calificación y remuneración. A la vez, las que ostentan cargos de alta responsabilidad reciben un sueldo 30% más bajo del que recibiría un ejecutivo por desempeñar las mismas tareas. Desigualdades que no sólo se dan en el tercer mundo, pues en Australia el 25% de las mujeres cree sus lugares de trabajo son como clubes masculinos, donde las mujeres no están aceptadas, mermando sus posibilidades de ascenso profesional.

En Chile un tercio de la masa laboral femenina se concentra en trabajos de baja calificación y remuneración. A la vez, las que ostentan cargos de alta responsabilidad reciben un sueldo 30% más bajo del que recibiría un ejecutivo por desempeñar las mismas tareas. Desigualdades que no sólo se dan en el tercer mundo, pues en Australia el 25% de las mujeres cree sus lugares de trabajo son como clubes masculinos, donde las mujeres no están aceptadas, mermando sus posibilidades de ascenso profesional.

Desde que la mujer salió a trabajar a la par con el hombre, en la época de la revolución industrial, está luchando por hacerlo en las mismas condiciones que sus compañeros. Es decir, oportunidades de ascenso, beneficios, a igual tarea mismo sueldo, derecho a pre y pos-natales sin miedo a perder sus puestos y un sinnúmero de asuntos que han ido apareciendo conforme cambia la sociedad.

Si bien, a medida que transcurre el tiempo, el género ha ganado derechos en la sociedad, también es cierto que muchas de las tareas tradicionalmente asignadas a la mujer, como la crianza de los hijos y la mantención de la casa siguen siendo de su exclusiva responsabilidad. Situación que Gloria Fuentes, Directora del Programa Buenas Prácticas Laborales del Sernam, denomina "la doble jornada".  "Muchas veces, les impide desarrollarse profesionalmente como siempre lo habían soñado o se ven forzadas a buscar trabajos de medio tiempo, muy mal pagados, con tal de mantener la armonía del hogar y así evitar también el escarnio público por descuidar a su familia", agrega.

La Directora de este innovador programa, cuyo objetivo es incitar al empresariado chileno a contratar más mujeres y darles las mismas oportunidades de ascenso que a los hombres, explica que el factor que impide el desarrollo de las mujeres en el mercado laboral,  "tiene que ver con una visión sexual del trabajo". "Dice que las mujeres a lo privado y los hombres a lo público, de ahí se desprende por qué históricamente somos peores pagadas y que el trabajo asociado a la mujer es el servicio mayoritariamente ", señaló.

En Australia, como en Chile, existen varios organismos que se preocupan de fiscalizar el bienestar de las mujeres en el mundo laboral. EOWA, Agencia para la Oportunidad Femenina en el Trabajo, realizó este año una encuesta para medir entre otras cosas, las razones del cambio de empresa en una mujer. El sondeo arrojó que dos de las cinco razones más comunes para dejar el trabajo es el impedimento y las trabas que el empleador le ponía para progresar, lo que es fundamental para ellas a la hora de elegir una empresa. Además un 16% cree que no están recibiendo los mismos conocimientos y oportunidades que los hombres. En cuanto al desarrollo familiar en armonía con el trabajo de hombres y mujeres, la encuesta arrojó que a pesar de que se está produciendo un cambio y se están equilibrando los espacios para los tres aspectos, las empresas aún no ofrecen la flexibilidad necesaria para compatibilizar de manera óptima las tres aristas.

Fuentes explica, que en Chile pasa lo mismo o peor porque la estereotipación de la mujer trabajadora en los medios de comunicación es bastante negativa. "La sindican como un trabajador secundario que sólo se inserta en el mercado por necesidad, es como un apoyo para el marido. Esa es la visión que debemos cambiar, las mujeres también buscamos trabajo por una cuestión de realización personal y no para poder colaborar en el pago de las cuentas en un rol secundario”, recalca la experta.

Además, la Directora del Programa Buenas Prácticas Laborales, cuenta que ellos como organismo están trabajando en conjunto con empresas como Codelco, Enap, Copesut y algunas universidades, donde han incorporado mayor número de mujeres en los altos mandos y han recibido reportes muy satisfactorios al respecto. "Todos están muy contentos porque nos dicen que el ambiente laboral ha mejorado muchísimo a partir de la inclusión de las mujeres en los equipos de trabajo, antes integrado mayoritariamente por hombres. Están tan contentos con la aplicación de las nuevas practicas laborales que lo recomiendan y cada vez le dan más oportunidades a las mujeres", concluyó.

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