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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario
Conozca la estricta normativa australiana de cigarros electrónicos
15 abril 2015
Australia cuenta con una serie de regulaciones relativas al control del tabaco, sustancias tóxicas dañinas y productos terapéuticos que se aplican a los cigarrillos electrónicos de nicotina, considerados nocivos en todo su territorio.
"La nicotina es adictiva, por lo que reemplazar un cigarrillo de tabaco por uno electrónico -que también tiene nicotina- no evita los riesgos de adicción". Esta frase bien puede resumir el espíritu de la regulación australiana respecto al cigarro electrónico, la que debido a intensos debates a nivel social y político continúa en constante actualización.
La venta, posesión o uso de los cigarros electrónicos de nicotina, que mezclan esta sustancia con aire caliente para emular la sensación de fumar un cigarrillo corriente, es actualmente ilegal en todas las jurisdicciones de Australia -a menos que específicamente aprobado, autorizado o licenciado por la Therapeutic Goods Administration (TGA)- ya que dicho compuesto orgánico ha sido clasificado como "veneno peligroso" en el marco de la Commonwealth Poisons Standard.
Ahora, la TGA podría considerar un cigarrillo electrónico de nicotina para usos terapéuticos -tales como dejar de fumar o aliviar la abstinencia de la nicotina- solo tras ser registrado y sometido a diversas evaluaciones que incluyen estudios de seguridad, eficacia y calidad de la nicotina líquida empleada. En caso de aprobarse su inhalación con fines terapéuticos, la regulación dicta que será suministrada solo con receta médica.
A pesar de lo anterior, de momento no hay ningún permiso otorgado por la TGA para cigarrillos electrónicos de nicotina, ya sea para uso recreativo o terapéutico y su importación, exportación, fabricación y suministro, como el de todos los productos terapéuticos no registrados, es un delito en virtud de la Ley de Productos Terapéuticos (Therapeutic Goods Act) de 1989.
La normativa es tan estricta que incluso si un tipo de cigarrillo electrónico recibiera permiso de la TGA en el futuro, es muy posible que su venta seguiría denegada en los estados y territorios que prohíben específicamente la comercialización al por menor de productos que están diseñados para parecerse a los de la industria del tabaco. Es el caso de los estados de South Australia y Western Australia.
"Está muy bien pensada la regulación australiana, entendiendo que no existen estudios que demuestren de forma categórica que los cigarros electrónicos son seguros, mientras sí hay evidencia de que la nicotina es adictiva. A esto se le suma la recomendación que ha hecho la OMS de prohibir su venta por existir riesgo de contraer cáncer y por constituir una amenaza grave a la salud de adolescentes y fetos. Podrá decirse que la normativa que ellos han implementado es muy severa, pero va en la línea de lo que una espera de un país comprometido con la salud de su población", sostuvo la diputada Cristina Girardi, miembro de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
Además, la congresista destacó la regulación implementada por los estados de Western Australia y de South Australia. "Me llama positivamente la atención que se prohíba también la venta de productos que imitan visualmente al cigarro. Es una buena forma de cortar esta adicción en los más jóvenes, ya que hay un factor de imagen que se persigue al comprar este tipo de productos, sin tomar conciencia de que pueden ser muy nocivos. En el caso de nuestro país, el Ministerio de Salud dictó el 2010 una regulación que prohíbe los cigarros electrónicos de nicotina. Pero siguiendo la acertada lógica aplicada en Australia me parece que sería muy recomendable extender la prohibición a los electrónicos sin nicotina, por las mismas razones que allá se han esgrimido", concluyó.
En efecto, la única excepción en estos estados que aplica para permitir la importación de cigarrillos electrónicos sin nicotina para uso terapéutico personal -por ejemplo, como ayuda para dejar de fumar- es que estén exentos de las prohibiciones del registro de la TGA. Ahora, en el resto del territorio australiano, si los cigarros electrónicos sin nicotina no tienen en su composición sustancias que se encuentren en el listado de prohibición de dicha entidad pueden ser importados y vendidos. Aunque en la actualidad de debate si es recomendable que todo el país se sume al ejemplo de South Australia y Western Australia.
La venta, posesión o uso de los cigarros electrónicos de nicotina, que mezclan esta sustancia con aire caliente para emular la sensación de fumar un cigarrillo corriente, es actualmente ilegal en todas las jurisdicciones de Australia -a menos que específicamente aprobado, autorizado o licenciado por la Therapeutic Goods Administration (TGA)- ya que dicho compuesto orgánico ha sido clasificado como "veneno peligroso" en el marco de la Commonwealth Poisons Standard.
Ahora, la TGA podría considerar un cigarrillo electrónico de nicotina para usos terapéuticos -tales como dejar de fumar o aliviar la abstinencia de la nicotina- solo tras ser registrado y sometido a diversas evaluaciones que incluyen estudios de seguridad, eficacia y calidad de la nicotina líquida empleada. En caso de aprobarse su inhalación con fines terapéuticos, la regulación dicta que será suministrada solo con receta médica.
A pesar de lo anterior, de momento no hay ningún permiso otorgado por la TGA para cigarrillos electrónicos de nicotina, ya sea para uso recreativo o terapéutico y su importación, exportación, fabricación y suministro, como el de todos los productos terapéuticos no registrados, es un delito en virtud de la Ley de Productos Terapéuticos (Therapeutic Goods Act) de 1989.
La normativa es tan estricta que incluso si un tipo de cigarrillo electrónico recibiera permiso de la TGA en el futuro, es muy posible que su venta seguiría denegada en los estados y territorios que prohíben específicamente la comercialización al por menor de productos que están diseñados para parecerse a los de la industria del tabaco. Es el caso de los estados de South Australia y Western Australia.
"Está muy bien pensada la regulación australiana, entendiendo que no existen estudios que demuestren de forma categórica que los cigarros electrónicos son seguros, mientras sí hay evidencia de que la nicotina es adictiva. A esto se le suma la recomendación que ha hecho la OMS de prohibir su venta por existir riesgo de contraer cáncer y por constituir una amenaza grave a la salud de adolescentes y fetos. Podrá decirse que la normativa que ellos han implementado es muy severa, pero va en la línea de lo que una espera de un país comprometido con la salud de su población", sostuvo la diputada Cristina Girardi, miembro de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
Además, la congresista destacó la regulación implementada por los estados de Western Australia y de South Australia. "Me llama positivamente la atención que se prohíba también la venta de productos que imitan visualmente al cigarro. Es una buena forma de cortar esta adicción en los más jóvenes, ya que hay un factor de imagen que se persigue al comprar este tipo de productos, sin tomar conciencia de que pueden ser muy nocivos. En el caso de nuestro país, el Ministerio de Salud dictó el 2010 una regulación que prohíbe los cigarros electrónicos de nicotina. Pero siguiendo la acertada lógica aplicada en Australia me parece que sería muy recomendable extender la prohibición a los electrónicos sin nicotina, por las mismas razones que allá se han esgrimido", concluyó.
En efecto, la única excepción en estos estados que aplica para permitir la importación de cigarrillos electrónicos sin nicotina para uso terapéutico personal -por ejemplo, como ayuda para dejar de fumar- es que estén exentos de las prohibiciones del registro de la TGA. Ahora, en el resto del territorio australiano, si los cigarros electrónicos sin nicotina no tienen en su composición sustancias que se encuentren en el listado de prohibición de dicha entidad pueden ser importados y vendidos. Aunque en la actualidad de debate si es recomendable que todo el país se sume al ejemplo de South Australia y Western Australia.
