Taiwán no logra reconocimiento de la ONU

Pese a las gestiones diplomáticas y sus esfuerzos por lograr apoyo internacional, Taiwán volvió a recibir un fuerte revés a sus deseos de ser reconocido como Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al ser rechazada su petición.

En su intento número quince, El comité de la Asamblea General de la ONU negó poner en la orden del día de la 62 sesión de la Asamblea, el caso de Taiwán. Este comité estaba integrado, entre otros representantes, por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y la propia China.

De esta manera el gigante asiático hizo valer su peso internacional, al oponese tajantemente a que siquiera se considera el tema de Taiwán en la ONU, al declarar que la isla es parte de su territorio. Su presión es tal que varios países de Latinoamérica han cortado relaciones con la isla, reconociendo sólo al gobierno comunista de la República Popular de China.

Chile, desde 1971 sólo mantiene relaciones diplomáticas con las autoridades continentales, a pesar de que continúa los vínculos comerciales con Taiwán, que desde 1975 posee en Santiago una Oficina Económica y Cultural.

Por su parte, el representante chino ante el organismo internacional, Wang Guangya, comentó la satisfacción de su gobierno por esta decisión y que cualquier medida que intente ir por el camino de la independencia de Taiwán esta condenada al fracaso. Indicó que "sólo existe una China y Taiwan forma parte inalienable del territorio chino, hecho reconocido por la comunidad internacional".

Luego del triunfo de la revolución comunista en China en 1949, miembros de la facción derrotada siguieron a su líder Chiang Kai-shek hasta la isla Taiwán, donde crearon un Estado que no reconoce la autoridad de Beijing.

El gobierno continental se atiene a la resolución de la Asamblea General de la ONU de 1971, que reconoce al gobierno de la República Popular de China la autoridad sobre la isla, por lo que considerando a Taiwán como una de sus provincias.


Por Enrique Ahumada Benítez