Francisca Soza: "Nunca pensé que iba a querer estar más tiempo del presupuestado en China"

Dicen que en tiempos difíciles nacen las mejores ideas y esto bien puede aplicarse en el caso de la santiaguina Francisca Soza, quien llegó a Beijing en septiembre del 2013 tras estudiar en Chile Ciencias Políticas. "La decisión de partir de Chile comenzó tras darme cuenta de una falta de oportunidades importante para los cientistas políticos en nuestro país, por lo que me puse a averiguar becas para seguir estudiando y creciendo como profesional", relata.

Fue así como comenzó a analizar las posibilidades de becas disponibles. "Empecé a ver qué había vinculado con en Asia, poniendo especial atención en Japón, Corea y China. Y lo que más me llamó la atención fue China, así que al poco tiempo ya me encontraba juntando los documentos. Según mi experiencia, recomiendo hacer esto con tiempo, con paciencia, buscando buenas cartas de recomendación, teniendo buenas calificaciones y cartas que certifiquen tu idioma. En aquel momento envié mails a chilenos que estaban en Beijing para preguntar sobre muchas cosas que no sabía, como los códigos y a qué tipo de becas se podía postular. Fue todo un tema", recuerda.

El proceso de adaptación

"Beijing en un comienzo no me gustaba, me quería devolver y el primer mes fue terrible, ya que si bien los compañeros son un siete, la ciudad te hace llevar un ritmo de vida distinto al de Santiago. Sin embargo, al mes y medio aproximadamente me acostumbré y ahora me encanta. Me quiero quedar y me gustaría extender la beca, sin pensarlo. Nunca creí que iba a querer estar más tiempo del presupuestado acá. Ahora estoy estudiando un MBA y a los siete meses de llegar empecé un curso de chino. Voy todos los días una hora y media a clases, de lunes a viernes y es muy difícil, pero poniendo empeño sí se pueden aprender en China y espero seguir progresando en este año que me queda", añade.

El factor deporte en Beijing

Otro de los temas que ha cambiado en Beijing para Francisca es la afición por el deporte. "Algo que me gusta mucho de China es el tema de las bicicletas, ya que te permiten moverte a todos lados. Además puedes comprar una de segunda o tercera mano por cuatro mil pesos chilenos, lo que es muy conveniente porque acá no se las roban y también hay aparcaderos en todos lados. Ahora, poniendo este tema como ejemplo para hablar de la seguridad, acá la gente incluso puede ir de fiesta en bicicleta y sabe que va a volver bien a la casa, porque China es muy seguro a diferencia de Chile. Todo eso te incentiva, como también que veas en todos lados muchas actividades deportivas. En el caso de mi universidad se puede practicar kung-fu, tenis, escalada, entre muchas otras opciones y en mi caso pronto me voy a comprar patines, porque ya tengo mi bicicleta y hasta mi paleta de ping-pong. Es otro ritmo de vida y se pueden hacer muchas actividades si uno tiene las ganas".

Sobre la Red Chile-China y el apoyo entre chilenos

"Encuentro maravilloso que te ayuden en todo sentido y que exista un apoyo desde el comienzo de la postulación. A veces rellenar papeles y completar formularios se vuelve un proceso tan engorroso y complicado como al momento de la llegada a Beijing, tras más de 30 horas de vuelo desde Chile. En algunos casos llegas y no sabes nada, con suerte tienes el dinero, porque en Chile también cuesta cambiar a yuanes. Son detalles importantes como que, por ejemplo, te vaya a buscar un chileno al aeropuerto. Así fue en mi caso y hasta hoy lo agradezco infinitamente porque de lo contrario no habría sabido ni siquiera cómo llegar mi universidad", puntualiza.

"Como todo queda lejos en Beijing, por más que uno quiera hablar o, por ejemplo, mostrarles a los taxistas adonde una quiere ir, a veces cuesta un poco la comunicación, por lo que contar con redes de apoyo para cosas específicas me parece muy útil. Por ejemplo, tenemos en la universidad una feria cultural sobre los distintos países de los estudiantes que viven en la universidad, y yo voy a recibir ayuda de otros chilenos en otras universidades que tienen banderas, poleras, gorros de Chile, etcétera. Ha sido muy buena esta comunicación que se ha generado con esta Red Chile-China y me encuentro agradecida no solo por mí, sino por la gente que a futuro vendrá. La experiencia en China es muy buena y espero que se siga conociendo lo que es estar realmente estar acá", concluyó.